
Decía un gran yogui de la India, Swami Sivananda, allá por los años 50 a sus discípulos que hay que ser muy riguroso y disciplinado con el ritual, pero después de una vida ejercitándolo, en las últimas etapas el iniciado abandona el ritual y se deja llevar por su intuición e iniciativa.
Ocurre algo parecido con la interpretación de una Carta Natal, hay que ser muy riguroso y preciso al aplicar las bases teóricas, pero cuando poco a poco se va entendiendo la Carta, esta se convierte en un vórtice de conexión con el cosmos, y en los últimos pases de consulta hay que soltar la intuición y dejar trabajar el hemisferio derecho de nuestro cerebro. En otras palabras “soltar al niño de 4 años que seguimos llevando dentro”; él nos guiará hacia la Luz, de la cual vinimos.
Ese niño de 4 años, para ser aceptado, aceptó convertirse en un autómata obediente de las invenciones dictatoriales del planeta humano… “eso está bien, eso está mal”, “eso no se dice, eso no se hace, eso no se toca” y un larguísimo etc. totalmente artificial.
El estudio de la astrología, ciencia varias veces milenaria basada en la observación directa de la naturaleza y la deducción práctica, nos permite irnos acercando a la individuación, la identificación de cada uno de nosotros como seres exclusivos y diferenciados de todos los demás.
Juan Trigo
Noviembre 2022
Sigamos el camino para ver la Luz, Vida y Amor.
Muchas gracias maestro Juan por enseñarnos a sanar. Gracias y Bendiciones !!!
Abrazo.
Gracias Madelú, es un camino hacia nosotros, que es donde esta la luz de nuestro niño/a
Abraos