Leemos en el cuento sufí del nacimiento: “El ser humano nace/despierta en un mundo que no conoce, y en lugar de tomarse su tiempo para conocerse y aprender de su relación con el entorno, como hacen los niños al nacer, se pone a andar frenéticamente, descubriendo al cabo del tiempo, mucho tiempo, que ha estado andando en círculos alrededor del lugar en el que despertó. Eso sigue sabiéndolo nuestro niño interior, que es accesible solo si el adulto se decide a ir rompiendo las corazas del miedo (le llaman el Ego) que lo aprisionan.

Algunas de esas corazas, las más resistentes se crean con el error de creerse en posesión de la verdad, y con ese mecanismo de defensa la humanidad escribe su historia en base a guerras, matanzas y destrucción.

Juan Trigo

Noviembre 22