
Busco mi individuo único, intransferible.
El ejemplo del “De afuera adentro” es la ingestión de tóxicos para modificar la conducta. Sean cuales sean, el inocente vino, la inocente marihuana, el inocente tabaco… Sospechen de TODO lo que les llega de afuera, especialmente publicidad, consignas “espirituales”… Por cierto, los curas que abusaron a menores, ¿no se excusaban actuar en nombre de Cristo, es decir, bajo el paraguas de lo espiritual? “Espiritual”… hummm…
Todo lo que necesitas (no lo que deseas porque el mundo te obliga a desearlo) lo tienes en ti. Solo hay que ponerse en marcha.
Pero cuidado, la selva es pantanosa y llena de trampas. Hay que mover un pie después de otro y revisando constantemente qué es lo que nos guio a dar ese paso.
Al César lo que es del César.
- Estamos en el mundo y por tanto al corrientes de nuestras obligaciones, no vaya ser que nuestra libertad se estropee por algún pago pendiente.
- Pero no somos del mundo: No me creo nada, y por tanto cada día es mi no-cumpleaños en el que me regalo un gramo más de desaprender.
Sabiendo que no hay atajos, ni varitas mágicas, ni más milagros que el propio esfuerzo de autobservación y actuar en consecuencia. Vencer la batalla a la pereza, a la comodidad a la uniformidad, a la dis-tracción, a la di-versión.