Tiempo, lugar y gente. Una de las máximas del entrenamiento sufí. El verdadero trabajo para ir por el camino de conocerse depende del momento en el que vivamos, del lugar en el que os encontremos y de la interacción específica con otros seres humanos.

Sócrates prohibió a sus discípulos escribir sus enseñanzas porque lo escrito solo petrifica un instante del trabajo, y por tanto no es útil al siguiente y mucho menos al de años venideros, pero nadie le hizo caso y todos nos ponemos a escribir no para avanzar en el conocimiento sino para ser recordados y reconocidos… vana ilusión, probablemente porque nos rendimos ya en el mismo momento de empezar y recurrimos a otro espejismo aún mayor que el de la letra impresa, tratar de controlar los acontecimientos por medio de predicciones, cuando la verdadera sabiduría que adquirimos es observar cómo los acontecimientos suceden y cómo nos influyen.

Decía Eric Fromm que, si ostentamos muchos títulos académicos y nos vanagloriamos de haber leído todos los libros de nuestra voluminosa biblioteca, pero no ha habido ni una sola frase de alguno de esos libros que nos haya impactado para producir un cambio en nuestra petrificada conciencia, nada logramos, por mucho reconocimiento que el mundo, mera ilusión, nos haya otorgado.

Juan Trigo

Febrero 2023